MATRIMONIOS SEGUN DIOS 3
🌸MATRIMONIOS SEGUN DIOS 3 🌸
💏🌿🌿Reflexión 🌿🌿💏
“¿Andarán dos juntos, SI NO ESTUVIEREN DE ACUERDO? (Amós 3:3)
Amad@ Herman@ en este maravilloso día le pedimos al Señor Jesucristo que esté derramando sobre usted y su familia esa paz que sobrepasa todo entendimiento y establezca su Reino en su matrimonio y hogar. En el día de hoy estaremos desarrollando el tema:
ANDARÁN DOS JUNTOS SI NO ESTUVIEREN DE ACUERDO.
Que el mismo Espíritu Santo hable a su vida por medio de esta meditación.
👉Iniciamos con esta pequeña Reflexión:
Si usted ha participado o conoce de las carreras de “Tres Pies” sabe muy bien lo divertido pero complicado que es. Es un concurso en donde se establecen equipos formados por dos integrantes, cada miembro del equipo se coloca uno al lado del otro y por medio de una cuerda se amarran los pies que se encuentran cercanos para crear un equipo que, en vez de cuatro, ahora tiene “tres pies” para moverse. La clave del equipo es moverse coordinadamente de tal manera que les ayude a avanzar lo más fácil y rápido posible hacia la meta.
En la vida de pareja este principio es sumamente importante. Los dos integrantes deben trabajar y coordinar sus movimientos de tal manera que ellos puedan avanzar en la vida de tal forma que no haya conflictos o caídas. Lamentablemente las parejas, que deberían ser “una sola carne” (Génesis 2:24), pueden actuar tan independientemente que llegan a desquebrajar esta “unidad” que debería fundamentar la relación.
Ninguna relación humana, marital, de noviazgo, de empresa o iglesia y cualquier institución podrán permanecer estables si no hay unidad de acuerdo en su visión, misión, objetivos y metas, pues una casa dividida no permanecerá.
La unidad de nuestra sociedad comienza cuando existen hogares fuertemente, unidos tanto en el ámbito espiritual, emocional y físico; pero la realidad es que hay causas que han ido afectando la unidad entre conyugues, perjudicando la intimidad del hogar, donde se viven vidas separadas uno del otro y por consiguiente con los hijos.
Una de las causas de esta falta de unidad por el espíritu de egoísmo que reina en la sociedad y que se ha apoderado de la conducta diaria del hombre y la mujer.
Para evitar esto, las parejas deben establecer metas desde antes del mismo matrimonio. Desde el inicio de la relación ambas personas, hombre y mujer, deben conocer y dar a conocer los puntos de vista de cada uno: Metas personales y colectivas, tamaño de la familia, época de tener los hijos, forma de educarlos, disciplinarlos, se deben hablar de temas emocionales, espirituales, financieros, hobbies, sueños, etc. Si muchos de estos puntos son distintos en cada uno, ¿por qué seguir adelante con la relación? Y ya casados, esas metas que fueron establecidas antes del matrimonio deberían continuar en función de la unidad.
Los problemas en el matrimonio inician cuando uno de los dos miembros comienza a tomar decisiones individualmente, sin consultar o dar a conocer a la otra persona. ¿Qué hacer?
👉Primero, debemos redefinir la relación: Ser una “sola carne” y no dos. Si yo no dejo a un lado mi ego, o me enfoco sólo en mi vida descuidando a mi pareja, eso no ayudará. Debo recordar que una vez casado mi compromiso es vivir todo en forma conjunta y no individual.
👉Segundo, trabajar en función de las cosas que están creando conflicto: Si antes del matrimonio ya tenían metas y sueños conjuntos, averiguar cuáles eran y ver qué tan realmente factibles y convenientes son, y seguirlas; si es necesario hacer cambios, hacerlo no en forma individual sino colectiva mediante un dialogo sincero y apropiado buscando el bien común y no personal; mirando al todo como familia.
👉Tercero, aprender a ser flexible o ceder: Muchos de los cambios que podrán darse, deben ser buscando el beneficio de la otra persona también. Dar espacio al desarrollo de la pareja siempre será conveniente, recordando que si una persona avanza en una buena dirección eso va a favorecer a ambos.
👉Cuarto, y más importante, depender de Dios: Una relación alejada de Dios siempre traerá inconvenientes, puesto que nuestra falta de una relación apropiada con Dios nos conduce a una vida egoísta y pecaminosa. Hacer de Dios prioridad en la familia hará que las decisiones que se tomen sean bajo el amor y temor al Señor.
Si usted no ha formado un matrimonio aún, estas pautas deben ayudarle a escoger apropiadamente a su pareja. Si usted está casado, las posibilidades de solucionar los problemas siempre estarán a nuestro alcance; dependerá únicamente de nuestro deseo de “andar juntos” con la pareja, pues no se avanzará a ningún lugar si no se está de acuerdo.
Si cada persona actúa como la pierna externa de la “pareja” y dependen de Dios para “unir y coordinar” los movimientos de las piernas unidas por el lazo, entonces “La Carrera de Tres Pies” en su matrimonio será siempre divertida y avanzará muy lejos.
Creemos que la unión matrimonial debe ser como el agua en sus tres estados naturales y que a pesar de ser diferentes físicamente, son iguales en su composición molecular para ser una. Así el matrimonio debe estar compuesto por tres personas distintas. El hombre representado en el agua en estado sólido, la mujer representada en el agua en estado líquido y Dios Padre representado en el agua en estado gaseoso. Y es Dios quien destila la lluvia de bendiciones sobre la vida matrimonial para que el esposo y esposa sean uno, en amor, cariño, aceptación, respeto, palabras, acciones, y puedan caminar los dos juntos de la mano de Dios.
Génesis 2:24
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, Y SE UNIRÁ a su mujer, Y SERÁN UNA SOLA CARNE.”
#Ministerios vision del Espiritu santo💦
Dios les bendiga 👏👏👏
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