SOBRE LA PARTICIPACION POLITICA DE LOS EVANGELICOS




SOBRE LA PARTICIPACION POLITICA DE LOS EVANGELICOS


Si es cierto que a los evangélico le interesa tanto la participación política, muy especialmente en el espacio que se abre en este 2020, tienen que abocarse a hacer un ejercicio acorde con lo que pretenden.

La política, para ser especifico, la democracia moderna, tiene su mayor aporte conceptual y filosófico en el pensamiento griego, recuperado en muchos aspectos por el humanismo renacentista y los aportes de los grandes teóricos de la política moderna, quienes hicieron una notable contribución al diseño de las instituciones que le dan soporte a la sociedad a partir de la definición del Estado que hoy conocemos.

Pero, la sustancia y el valor de la configuración de la política actual no se puede entender sin los significativos aportes de los valores cristianos. El peso histórico de las concepciones cristianas en la mejor practica y teoría política de hoy, no se puede entender sin valorar el aporte de la Reforma Protestante y todo el pensamiento que derivó de este movimiento. 

Pero lamentablemente, la práctica política se ha degradado. Particularmente, el modelo político dominicano está pasando por una grave crisis. Es desalentador. Quizás esto sea el principal motivo para algunos creyentes participar en política.

 Pero, y es lo que yo creo, participar en política sin una reflexión crítica sobre el modelo político que hemos desarrollado los dominicanos por décadas, es simplemente repetirlo y darlo como normal y aceptable. Participar, simplemente asimilándose a las corrientes políticas dominantes, aunque usted se autodefina como evangélico, es más de lo mismo.

No voy a entrar en mayores detalles, pero los vicios más acuciantes de nuestra política son el caudillismo, el clientelismo, el populismo, el nepotismo y de una forma arrolladora y apabullante, la impunidad y la corrupción. Superar estos males históricos no es un asunto de cambios de nombres o de consignas entusiastas. Se trata de un asunto de estudio, trabajo sistemático, valor moral y voluntad decidida.

No es jugar a la política para ver si el dado cae del lado mío. Es iniciar y trabajar un proceso de transformación de la sociedad y la cultura, que bien puede emprenderse desde la participación política, pero que también debe comenzar desde mi identidad evangélica como ciudadano, sin necesariamente tener participación política partidista.  La política en esencia es más que los partidos, es algo que debemos saber.

No quisiera alargar mi propuesta hasta el fastidio y hacerla gravosa, pero creo finalmente que este entusiasmo de participación política que tienen muchos evangélicos se debe canalizar con la realización de un gran congrego en un Resort, de por lo menos dos días y medio. Estoy hablando de una actividad formal, bien organizada, con una sistematización puntual y enfoque bien orientado, y abierta a la participación de todos los que tienen interés en el tema con el propósito de iluminar la política desde la fe.

 Necesitamos una teológica de la política, para muchos es un tema inexplorado que debemos comenzar a definir. Necesitamos hacer acopio de una teoría que oriente eficazmente una práctica que afirme que Dios quiere que los hombres vivamos y nos organicemos de una manera más justa en un país donde el 20% tiene el 80% de las riquezas, y el 80 por ciento de la población, apenas tiene un 20% de las mismas. Un país marcado por la inequidad y la injusticia social.

Me han resultado muy interesante los planteamientos que se están haciendo por Wasap, pero creo que hay que hacer una ruta más concreta y definida, hay que pensar en la participación política con más sentido de pertinencia y mayor aprovechamiento del espacio que se tiene disponible.

Si los evangélicos se quedan haciendo todos sus esfuerzos políticos por wasap, será algo muy divertido.  Este es un recurso que tiene mucha capacidad para dividir, pero solo el encuentro face to face, el abrazo y la mirada sincera a los ojos tienen el poder de unir voluntades para emprender grandes e inspiradores proyectos. En nuestro caso particular, solo la comunión viva ante el trono de la gracia, tiene la fuerza y la inspiración para impulsar la unidad de propósito que debe guiar las metas de los creyentes en Cristo en cualquier proyecto, cuyo esfuerzo tenga como meta exaltar su nombre y dar testimonio al mundo de su amor, grandeza y poder.

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