EL JURO POR SI MISMO...


La pequeña barca a medida que avanzaba cruzando el lago. Debió haber sido en ese momento cuando Satanás se levantó y dijo: "¡Oh, al fin los sorprendo sin Él! Ahora es mi turno de ajustar cuentas con ellos, pues han estado echando mis demonios y todo eso.

 Así es que ajustaré las cuentas". Ese es el momento cuando Satanás puede ajustar las cuentas, cuando él ve que Ud. ha salido sin Jesús. Allí es cuando Satanás echará mano de la iglesia. Cuando Ud. se preocupa demasiado en algo más que las reuniones de oración, cuando Ud. se preocupa más de que-que pueda tener un crecimiento natural en vez de un crecimiento espiritual, entonces recuerde, Satanás viene de camino.

Lo ha sorprendido a Ud. sin Él. ¡Oh Dios!, mi oración es: despierta a la iglesia a las reuniones antiguas de oración de toda la noche. Despierta al pueblo a una-una atmósfera espiritual. ¡Oh, eso-eso es lo que se necesita para traer hijos al Reino! Se necesita de la atmósfera.

Solo camine inconsciente del temor; camine inconsciente de la crítica; camine inconsciente del mundo. Camine, a medida que Ud. camina en Cristo camine con Él; no prestando atención a diestra o a siniestra, solo avanzando. Si algo pasa en la iglesia: camine con Dios. ¡Aleluya! Si lo aflige enfermedad: camine con Dios. Si Ud. no le agrada al vecino: camine con Dios. Solo siga caminando con Dios.

Enoc, un día, caminó así. ¿Saben lo que hizo? Caminó hasta irse a Casa, con Dios; avanzó tanto por el camino que ya no quiso regresar. Amén.

¡Caminen con Dios! El médico dice que Ud. se va a morir: camine con Dios. Sí. El médico dice que Ud. no puede… Bueno, camine con Dios. Solo camine con Dios, eso es todo. Pues Dios le ha prometido a Ud.: “Nunca te dejaré ni te desampararé. Estaré contigo hasta el fin del mundo”. Y Él hizo un juramento, por ese pacto que le dio a Ud., que Él lo confirmaría. Entonces, solo camine con Dios.

Ud. tendrá sus altibajos; no se preocupe. Ud. tendrá que cruzar zarzales, rocas dentadas, escarpados, bajar por las colinas, subir por las montañas, cruzar aguas; pero camine con Dios. Sí, señor. “Hay que subir muchas colinas, escalar”, Uds. han oído el canto antiguo: “Pero qué poco parecerá cuando Ud. llegue al final del camino”. ¡Vaya, vaya! Solo al mirar allá, todo lo que ha pasado, mirar atrás sus huellas; no será mucho.


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