CUANDO LA FE SE DESLIZA POR EL ATAJO POLÍTICO
CUANDO LA FE SE DESLIZA POR EL ATAJO POLÍTICO Cuando la fe se desliza por el atajo de la política partidista, rara vez llega a un punto de realización auspicioso. La fe responde a un entusiasmo que es alentado por una vitalidad supratemporal. Ella está basada en certezas que sobrepujan los presupuestos con que nos manejamos ordinariamente. Los entusiasmos que alientan la política, por necesidad, son más racionales, más calculables, más pragmáticos y se manejan en el marco de posibilidades medibles, aunque a fin de cuentas no sean más ciertos y confiables que los que se manejan desde la fe. Fe y política no parten de criterios similares, y cada vez que un grupo, una época o una nación ha confundido, sin el discernimiento debido estos criterios, el resultado ha sido lamentable, tanto para la fe como para la política. Fe y política no son dos dimensiones excluyentes, antagónicas, pendularmente distantes y radicalmente extremas. Los énfasis que procuran la separación con posic